16 diciembre 2015

LA TITAN TROPIC BY GAES DESDE DENTRO (por Victor Palomar)

OTRA MÁS A LA SACA…. LA TITAN TROPIC BY GAES DESDE DENTRO

Septiembre de 2015. En la presentación del docutainment de Imparables en Canadá, Antonio Gassó (director general de GAES) y Tony Perez (coordinador del Team GAES Garmin by Orbea) me proponen participar en un nuevo y desconocido reto, la Titan Tropic by GAES.

Algunos de los miembros del equipo GAES Garmin by Orbea, a la llegada al aeropuerto de Barcelona
Con el gusanillo en el cuerpo y con el consentimiento de mi mujer me pongo a trabajar en este nuevo proyecto. ¿Qué nos encontraremos? ¿Cómo serán las etapas?... Muchas preguntas por responder…  Una primera edición de una gran carrera siempre tiene incógnitas.
Si uno consultaba la web, podía llegar a pensar que nos íbamos a encontrar con una prueba asequible. Etapas de 60 a 90 kilómetros, con unos 1000 metros de desnivel positivo en cada una de ellas. Pese a ser 6 etapas y el acúmulo de cansancio, uno podía pensar que se trataba de un reto más o menos sencillo de resolver. Pero no es mi caso. La experiencia de pruebas previas, como la Cape Epic o la Snow Epic, me lleva a pensar que los organizadores siempre guardan sorpresas.

Diez días antes de la salida nos llega una newsletter de la organización con los tracks de las etapas y me llevo la primera sorpresa (aunque no inesperada del todo)… De las etapas facilonas se ha pasado automáticamente a trayectos más cercanos a los 90 que a los 60 kms y han incluido un regalito en forma de etapa reina de 119 y 2500+. 

Pegatinas proporcionadas por la organización con los perfiles de las etapas
Viernes 4 de diciembre. Tres en punto de la mañana. Después de haber estado trabajando toda la semana, cojo el coche de alquiler y me dirijo al aeropuerto del Prat. 6:45 sale el avión con escala en Madrid para dirigirme a la Habana. El sueño está cerca.
Con Josef Ajram, en el hotel de la Habana
Tras un largo viaje, verificaciones y demás trámites que requieren estas competiciones, el sábado 5, a las 15 horas nos disponemos a salir en un precioso prólogo neutralizado de 34 kms con tráfico cerrado y control de firmas a mitad de recorrido por el centro de la ciudad de la Habana. 
En el control de firmas en la Plaza de Armas, en pleno centro de la Habana
Selfies, bromas, risas… y primera sorpresa negativa. Uno de los grandes favoritos, campeón de la Titan Desert 2013, el portugués Luis Leao Pinto, dorsal número 1, sufre una caída inesperada al bajar un bordillo, que le ocasiona una lesión en el codo que le impide seguir adelante en la carrera.
Durante el prólogo, con Luis Leao Pinto y Roberto Bou, antes del incidente
Al día siguiente empieza lo bueno. Habana – Las Terrazas. 5:30 de la mañana tocan diana, aunque en mi caso, la emoción y los nervios de la prueba me despiertan media hora antes y la diana me coge duchado y vestido de ciclista. Etapa de 88 kms con menos de 800+. No es lo que más me favorece, por ser más bien rodadora, pero tengo mucha fuerza y voy a salir a darlo todo. Pistoletazo, salida y en el km 25 primer lío. Un grupo comandado por el gran Santi Millán (tremendo estado de forma el suyo en esta Titan Tropic by GAES) nos saltamos un desvío y hacemos 5 kms de más. Algo desilusionados retomamos el track correcto. Voy en un grupo de 6 ciclistas con dos de las favoritas en féminas (Olga i Mireia) y a falta de unos 10 a meta, nuevo error en un cruce que nos desvía otros 6 kms extra. Total más de 98 kms y, pese a estar “on fire”, 3:49 y posición 76. Menuda rabia, con lo fuerte que he rodado…
Con Mireia Barbera, tercera en la general femenina, al terminar la primera etapa

Segundo etapa. Mi carácter optimista y positivo me ha permitido recuperarme de la decepción del día anterior. Hoy voy a darlo todo. Las Terrazas – Soroa. 83 kms y casi 900+. Me han comentado que pese a los datos parecidos a la etapa previa, esta va a ser más dura y rompepiernas. Mejor. Salgo con muchas ganas y empieza a llover. Barro, dureza, más barro, más dureza… Me encuentro muy bien y voy rodando con un grupo de nivel todo el día. Estoy muy a gusto, con mucha fuerza… Gracias a la colaboración con mi compañero de equipo Sergio Rosselló  consigo una más que meritoria posición 36 en 3:47 de recorrido. Al llegar al campamento me mentalizo que este es mi lugar en carrera y que a partir de ahora voy a estar ahí dándolo todo.
Con mi compañero Sergio Rosselló, en el campamento de Soroa


17:30 de la tarde del 7/12. Primeros retortijones. Ya por la mañana algún competidor empieza a comentar que está con gastroenteritis. “Yo me encuentro muy fuerte y no la voy a coger” pensaba para mis adentros. Nada más lejos de la realidad. Una hora más tarde primera visita al WC. Así hasta 9 veces antes de la salida de la etapa del día siguiente. A duras penas puedo cenar. Intento comer todo el arroz blanco solo que puedo. Una pechuga de pollo a la plancha. No tengo hambre pero tengo que comer. Y sobre todo hidratarme y recuperar sales. Tres litros de suero oral me esperan a lo largo de la tarde-noche. Para más inri a las 21 horas empieza una tormenta de grandes proporciones. No voy a dormir en toda la noche, pero va a ser clave para poder rehidratarme e intentar salir al día siguiente. Siempre he sido finisher y voy a volver a serlo. Cueste lo que cueste.

Con Tony Pérez, coordinador del equipo,
 una vez recuperado del incidente
 a la vuelta al hotel de la Habana
5:00 de la mañana del 8/12. Frío, lluvia, equipación mojada… Me noto algo débil, pero creo que voy a poder acabar. Desayuno de nuevo arroz blanco, mucho arroz blanco. Insisto con el suero oral. Va a ser mi salvación. Y mi cabeza. En estas circunstancias uno debe tirar mucho “de coco”. Regular va a ser mi única opción. Me esperan 119 kms y 2507+. Se preveía una importante cantidad de barro, que será todavía mayor después de la tremenda lluvia que ha estado cayendo toda la noche.

7:28 de la mañana. Estoy en la salida, con el grupo de compañeros de ayer. Un par de metros más atrás se oye un ruido y, de repente, llaman urgente a un médico. Me giro y es mi compañero de habitación y coordinador del equipo GAES, gran ciclista y mejor persona. Se acaba de desmayar Tony Pérez, fruto de la deshidratación asociada a la gastroenteritis que él también ha empezado a sufrir. Me acerco y compruebo que respira. Unos segundos más tarde el equipo médico de la prueba está actuando y lo evacuan a la carpa médica. Más nervios, más incertidumbre. ¿Aguantaré?.

Pistoletazo de salida. Desde el principio salida hacia arriba. Sergio me dice que vaya con ellos. Le comento que hoy no, voy a regular desde el principio. Es mi única opción. Y comer y beber muchas sales. Antes del primer avituallamiento cruzamos ocho ríos, algunos muy caudalosos, cada uno en su valle, con su tremenda subida y bajada llena de barro… Etapa épica. Sigo regulando, los kilómetros van pasando, lentamente pero van pasando. Sé que hoy voy a perder tiempo, pero si fuerzo más quizás no llegue… Paro en todos los avituallamientos a reponer agua y sales. Otras dos paradas por las necesidades de la gastroenteritis. Pero llego… 6:39 encima de la bicicleta, posición 43 de la etapa. Una proeza, no me lo creo. La mente ha vencido al cuerpo y cuando éste no podía, aquélla hacía el resto. Estando fuerte en lo físico quizás hubiera hecho media hora menos, pero en aquel momento no me importaba. Había llegado. Estoy exultante. 
Soy un finisher.
Con Diego Tamayo, vencedor final de la Titan Tropic by GAES
Siempre he pensado que, después de una gran paliza, la etapa del día siguiente tiene que ser muy respetada. Viñales-Viñales, un bucle precioso de 73 kms y 1123+ de auténtico mountain bike nos esperan. Mi barriga no está bien todavía, pero me encuentro algo mejor que el día anterior. Salgo bien, con mi grupeta. Sergio, Eduardo, Iván… Primer error a los pocos kms. Nos perdemos y vuelta al camino correcto. Adelantamos dúos mixtos y otros participantes con menor ritmo. Mucho barro, cataratas de barro, pendientes que con tanto barro son casi imposibles de subir, incluso con la bicicleta al hombro. Dos paradas por necesidades digestivas. Más barro. Todo el barro del mundo lo han traído a Cuba. A falta de 7 kms, una senda de medio kilómetro en la que te hundes hasta media tibia de barro, bici al hombro, resbalo y me caigo, convirtiéndome en un bloque de barro. Pero llego. Ya sólo me queda un último obstáculo para llegar a Cayo Jutías. Tanto barro y una previsión poco ajustada de la organización de 6:30 de tiempo máximo provocan una escabechina, llegando más de 10 participantes fuera de control. Pero reflexionan y amplían el margen de tiempo para repescarlos. Se ha hecho duro, pero el objetivo final está más cerca.
Con los humoristas Santi Millán y Javi Sancho y mi habitual compañero Enric Ferran, en el campamento de Viñales
Última etapa. Viñales-Cayo Jutías, 68 kms y 919+. Una primera parte dura por el barro y el desnivel y los 10 últimos kms en un paisaje increíble de carretera para llegar al paraíso, la playa de Cayo Jutías.  Me encuentro fuerte y salgo a tope. Tras pasar tremendos barrizales, me empieza a chupar cadena. La mecánica ha sufrido lo indecible y empieza a fallar. Recuerdo un consejo que me dio el día previo el gran Javier Salamero (campeón del mundo 2015 de máster 50 MTB rally). Si chupa cadena, en las subidas plato grande y piñón grande. Lo aplico. Unos pocos kms más adelante cojo a Sergio, mi compañero. Cadena rota. Patilla rota. Single speed y después patinete hasta Cayo Jutías. Me mentalizo a conservar mecánica. Ni hablar del plato pequeño hasta la llegada, aunque me obligue a caminar en cuestas que podría haber intentado en molinillo. Por suerte estoy pletórico de fuerza y son pocas. Últimos 500 metros en la playa. Estoy llegando. Cruzo la meta. Casi rompo a llorar pensando en los míos, mi mujer (una santa) y mis hijos (lo mejor del mundo). 3:35 posición 39.
Unos minutos después de atravesar la meta en la playa de Cayo Jutías

Finalmente, tras tantas aventuras y algún problemilla acabo en la posición 42 con 22:55 minutos encima de la bici. Quizás hubiera podido clasificar mejor. No importa. Soy un finisher.
Como equipo, el GAES Garmin by Orbea, ha estado estado prácticamente inmejorable. Primer lugar en la general (Diego Tamayo), primeros por equipos (Roberto Bou, Javier Salamero y Carlos Portilla) y segundos en dúo mixto (Juan Gassó y Claudia Brotons). Gran equipo, gran ambiente, mejores personas…
Podio de la clasificación por equipos, con el GAES Garmin by Orbea en primera posición, selección cubana segundos e Imparables terceros
También querría destacar el papel de la selección cubana de Mountain Bike. No os podéis ni imaginar los medios con los que entrenan. Pero la ilusión de estos jóvenes mueve montañas y a la semana de estrenar las bicicletas 29 que les cedió Orbea para la prueba, han estado delante tanto en la clasificación masculina como en la femenina. Mucho mérito el suyo. 
Con Yasmani Balmaceda, integrante de la selección cubana de mountain bike
Al llegar a casa me espera mi auténtico pódium. En este no hay Tamayo que se me resista. Son los mejores.
Sorpresón que me tenían preparado mi mujer y mis hijos al llegar de Cuba. Lo mejor de toda la aventura

Con el trofeo de finisher


Una crónica de Victor Palomar Asenjo
Team GAES Garmin by Orbea
 Club Ciclista Fraga