Ya se pueden pedir las licencias para el 2016, os dejamos un enlace con las instrucciones.
22 diciembre 2015
16 diciembre 2015
LA TITAN TROPIC BY GAES DESDE DENTRO (por Victor Palomar)
OTRA MÁS A LA
SACA…. LA TITAN TROPIC BY GAES DESDE DENTRO
Septiembre
de 2015. En la presentación del docutainment de Imparables en Canadá, Antonio
Gassó (director general de GAES) y Tony Perez (coordinador del Team GAES Garmin
by Orbea) me proponen participar en un nuevo y desconocido reto, la Titan
Tropic by GAES.
Algunos de los
miembros del equipo GAES Garmin by Orbea, a la llegada al aeropuerto de
Barcelona
|
Con el gusanillo en el cuerpo y con el consentimiento de mi
mujer me pongo a trabajar en este nuevo proyecto. ¿Qué nos encontraremos? ¿Cómo
serán las etapas?... Muchas preguntas por responder… Una primera edición de una gran carrera
siempre tiene incógnitas.
Si uno consultaba la web, podía llegar a pensar que nos
íbamos a encontrar con una prueba asequible. Etapas de 60 a 90 kilómetros, con
unos 1000 metros de desnivel positivo en cada una de ellas. Pese a ser 6 etapas
y el acúmulo de cansancio, uno podía pensar que se trataba de un reto más o
menos sencillo de resolver. Pero no es mi caso. La experiencia de pruebas
previas, como la Cape Epic o la Snow Epic, me lleva a pensar que los
organizadores siempre guardan sorpresas.
Diez días antes de la salida nos llega una newsletter de la
organización con los tracks de las etapas y me llevo la primera sorpresa
(aunque no inesperada del todo)… De las etapas facilonas se ha pasado
automáticamente a trayectos más cercanos a los 90 que a los 60 kms y han
incluido un regalito en forma de etapa reina de 119 y 2500+.
Pegatinas
proporcionadas por la organización con los perfiles de las etapas
|
Viernes 4 de diciembre. Tres en punto de la mañana. Después de haber estado trabajando toda la semana, cojo el coche de alquiler y me dirijo al aeropuerto del Prat. 6:45 sale el avión con escala en Madrid para dirigirme a la Habana. El sueño está cerca.
Con Josef Ajram, en
el hotel de la Habana
|
Tras
un largo viaje, verificaciones y demás trámites que requieren estas
competiciones, el sábado 5, a las 15 horas nos disponemos a salir en un
precioso prólogo neutralizado de 34 kms con tráfico cerrado y control de firmas
a mitad de recorrido por el centro de la ciudad de la Habana.
En el control de
firmas en la Plaza de Armas, en pleno centro de la Habana
|
Selfies, bromas, risas… y primera sorpresa negativa. Uno de
los grandes favoritos, campeón de la Titan Desert 2013, el portugués Luis Leao
Pinto, dorsal número 1, sufre una caída inesperada al bajar un bordillo, que le
ocasiona una lesión en el codo que le impide seguir adelante en la carrera.
Durante el prólogo,
con Luis Leao Pinto y Roberto Bou, antes del incidente
|
Al día siguiente empieza lo bueno. Habana – Las Terrazas. 5:30
de la mañana tocan diana, aunque en mi caso, la emoción y los nervios de la
prueba me despiertan media hora antes y la diana me coge duchado y vestido de
ciclista. Etapa de 88 kms con menos de 800+. No es lo que más me favorece, por
ser más bien rodadora, pero tengo mucha fuerza y voy a salir a darlo todo.
Pistoletazo, salida y en el km 25 primer lío. Un grupo comandado por el gran Santi
Millán (tremendo estado de forma el suyo en esta Titan Tropic by GAES) nos
saltamos un desvío y hacemos 5 kms de más. Algo desilusionados retomamos el
track correcto. Voy en un grupo de 6 ciclistas con dos de las favoritas en
féminas (Olga i Mireia) y a falta de unos 10 a meta, nuevo error en un cruce
que nos desvía otros 6 kms extra. Total más de 98 kms y, pese a estar “on
fire”, 3:49 y posición 76. Menuda rabia, con lo fuerte que he rodado…
Con Mireia Barbera,
tercera en la general femenina, al terminar la primera etapa
|
Segundo
etapa. Mi carácter optimista y positivo me ha permitido recuperarme de la
decepción del día anterior. Hoy voy a darlo todo. Las Terrazas – Soroa. 83 kms
y casi 900+. Me han comentado que pese a los datos parecidos a la etapa previa,
esta va a ser más dura y rompepiernas. Mejor. Salgo con muchas ganas y empieza
a llover. Barro, dureza, más barro, más dureza… Me encuentro muy bien y voy
rodando con un grupo de nivel todo el día. Estoy muy a gusto, con mucha fuerza…
Gracias a la colaboración con mi compañero de equipo Sergio Rosselló consigo una más que meritoria posición 36 en
3:47 de recorrido. Al llegar al campamento me mentalizo que este es mi lugar en
carrera y que a partir de ahora voy a estar ahí dándolo todo.
Con mi compañero
Sergio Rosselló, en el campamento de Soroa
|
17:30 de la tarde del 7/12. Primeros retortijones. Ya por la
mañana algún competidor empieza a comentar que está con gastroenteritis. “Yo me
encuentro muy fuerte y no la voy a coger” pensaba para mis adentros. Nada más
lejos de la realidad. Una hora más tarde primera visita al WC. Así hasta 9
veces antes de la salida de la etapa del día siguiente. A duras penas puedo
cenar. Intento comer todo el arroz blanco solo que puedo. Una pechuga de pollo
a la plancha. No tengo hambre pero tengo que comer. Y sobre todo hidratarme y
recuperar sales. Tres litros de suero oral me esperan a lo largo de la
tarde-noche. Para más inri a las 21 horas empieza una tormenta de grandes
proporciones. No voy a dormir en toda la noche, pero va a ser clave para poder
rehidratarme e intentar salir al día siguiente. Siempre he sido finisher y voy
a volver a serlo. Cueste lo que cueste.
Con Tony Pérez,
coordinador del equipo,
una vez recuperado del incidente
a la vuelta al hotel
de la Habana
|
5:00 de la mañana del 8/12. Frío, lluvia, equipación mojada…
Me noto algo débil, pero creo que voy a poder acabar. Desayuno de nuevo arroz
blanco, mucho arroz blanco. Insisto con el suero oral. Va a ser mi salvación. Y
mi cabeza. En estas circunstancias uno debe tirar mucho “de coco”. Regular va a
ser mi única opción. Me esperan 119 kms y 2507+. Se preveía una importante
cantidad de barro, que será todavía mayor después de la tremenda lluvia que ha
estado cayendo toda la noche.
7:28 de la mañana. Estoy en la salida, con el grupo de
compañeros de ayer. Un par de metros más atrás se oye un ruido y, de repente, llaman
urgente a un médico. Me giro y es mi compañero de habitación y coordinador del
equipo GAES, gran ciclista y mejor persona. Se acaba de desmayar Tony Pérez,
fruto de la deshidratación asociada a la gastroenteritis que él también ha
empezado a sufrir. Me acerco y compruebo que respira. Unos segundos más tarde
el equipo médico de la prueba está actuando y lo evacuan a la carpa médica. Más
nervios, más incertidumbre. ¿Aguantaré?.
Pistoletazo de salida. Desde el principio salida hacia
arriba. Sergio me dice que vaya con ellos. Le comento que hoy no, voy a regular
desde el principio. Es mi única opción. Y comer y beber muchas sales. Antes del
primer avituallamiento cruzamos ocho ríos, algunos muy caudalosos, cada uno en
su valle, con su tremenda subida y bajada llena de barro… Etapa épica. Sigo
regulando, los kilómetros van pasando, lentamente pero van pasando. Sé que hoy
voy a perder tiempo, pero si fuerzo más quizás no llegue… Paro en todos los
avituallamientos a reponer agua y sales. Otras dos paradas por las necesidades
de la gastroenteritis. Pero llego… 6:39 encima de la bicicleta, posición 43 de
la etapa. Una proeza, no me lo creo. La mente ha vencido al cuerpo y cuando
éste no podía, aquélla hacía el resto. Estando fuerte en lo físico quizás
hubiera hecho media hora menos, pero en aquel momento no me importaba. Había
llegado. Estoy exultante.
Soy un finisher.
Con Diego Tamayo,
vencedor final de la Titan Tropic by GAES
|
Siempre he pensado que, después de una gran paliza, la etapa
del día siguiente tiene que ser muy respetada. Viñales-Viñales, un bucle
precioso de 73 kms y 1123+ de auténtico mountain bike nos esperan. Mi barriga
no está bien todavía, pero me encuentro algo mejor que el día anterior. Salgo
bien, con mi grupeta. Sergio, Eduardo, Iván… Primer error a los pocos kms. Nos
perdemos y vuelta al camino correcto. Adelantamos dúos mixtos y otros
participantes con menor ritmo. Mucho barro, cataratas de barro, pendientes que
con tanto barro son casi imposibles de subir, incluso con la bicicleta al
hombro. Dos paradas por necesidades digestivas. Más barro. Todo el barro del
mundo lo han traído a Cuba. A falta de 7 kms, una senda de medio kilómetro en
la que te hundes hasta media tibia de barro, bici al hombro, resbalo y me
caigo, convirtiéndome en un bloque de barro. Pero llego. Ya sólo me queda un
último obstáculo para llegar a Cayo Jutías. Tanto barro y una previsión poco
ajustada de la organización de 6:30 de tiempo máximo provocan una escabechina,
llegando más de 10 participantes fuera de control. Pero reflexionan y amplían
el margen de tiempo para repescarlos. Se ha hecho duro, pero el objetivo final
está más cerca.
Con los humoristas
Santi Millán y Javi Sancho y mi habitual compañero Enric Ferran, en el
campamento de Viñales
|
Última etapa. Viñales-Cayo Jutías, 68 kms y 919+. Una
primera parte dura por el barro y el desnivel y los 10 últimos kms en un
paisaje increíble de carretera para llegar al paraíso, la playa de Cayo
Jutías. Me encuentro fuerte y salgo a
tope. Tras pasar tremendos barrizales, me empieza a chupar cadena. La mecánica
ha sufrido lo indecible y empieza a fallar. Recuerdo un consejo que me dio el
día previo el gran Javier Salamero (campeón del mundo 2015 de máster 50 MTB
rally). Si chupa cadena, en las subidas plato grande y piñón grande. Lo aplico.
Unos pocos kms más adelante cojo a Sergio, mi compañero. Cadena rota. Patilla
rota. Single speed y después patinete hasta Cayo Jutías. Me mentalizo a
conservar mecánica. Ni hablar del plato pequeño hasta la llegada, aunque me
obligue a caminar en cuestas que podría haber intentado en molinillo. Por
suerte estoy pletórico de fuerza y son pocas. Últimos 500 metros en la playa.
Estoy llegando. Cruzo la meta. Casi rompo a llorar pensando en los míos, mi
mujer (una santa) y mis hijos (lo mejor del mundo). 3:35 posición 39.
Unos minutos después
de atravesar la meta en la playa de Cayo Jutías
|
Finalmente, tras tantas aventuras y algún problemilla acabo
en la posición 42 con 22:55 minutos encima de la bici. Quizás hubiera podido
clasificar mejor. No importa. Soy un finisher.
Como equipo, el GAES Garmin by Orbea, ha estado estado
prácticamente inmejorable. Primer lugar en la general (Diego Tamayo), primeros
por equipos (Roberto Bou, Javier Salamero y Carlos Portilla) y segundos en dúo
mixto (Juan Gassó y Claudia Brotons). Gran equipo, gran ambiente, mejores
personas…
Podio de la
clasificación por equipos, con el GAES Garmin by Orbea en primera posición,
selección cubana segundos e Imparables terceros
|
También querría destacar el papel de la selección cubana de
Mountain Bike. No os podéis ni imaginar los medios con los que entrenan. Pero
la ilusión de estos jóvenes mueve montañas y a la semana de estrenar las
bicicletas 29 que les cedió Orbea para la prueba, han estado delante tanto en
la clasificación masculina como en la femenina. Mucho mérito el suyo.
Con Yasmani
Balmaceda, integrante de la selección cubana de mountain bike
|
Al llegar a casa me espera mi auténtico pódium. En este no
hay Tamayo que se me resista. Son los mejores.
Sorpresón que me
tenían preparado mi mujer y mis hijos al llegar de Cuba. Lo mejor de toda la
aventura
|
Con el trofeo de
finisher
|
Una crónica de Victor Palomar Asenjo
Team GAES Garmin by
Orbea
Club Ciclista Fraga
Maestro Biker
05 diciembre 2015
COMIDA CIERRE DE TEMPORADA
Poloniet