La Quebrantahuesos ya es historia, pero parece que alguno de nuestros socios no se cansan de dar a los pedales. Este fin de semana ha habido para todos los gustos.
A parte de las salidas habituales de carretera y btt (esta vez una especial nocturna), Marcos y Jose Mari Escandil se han atrevido con un nuevo reto, la Marcha Cicloturista de la Vall d'Aran, Joaquín Marco y Xavi Rubion con la III Vip Xtrem y varios socios más han participado en la tradicional Marcha Cicloturista de Mequinenza.
Aquí está la crónica que nos ha mandado Marcos de la Marcha de la Val D'Aran.
A parte de las salidas habituales de carretera y btt (esta vez una especial nocturna), Marcos y Jose Mari Escandil se han atrevido con un nuevo reto, la Marcha Cicloturista de la Vall d'Aran, Joaquín Marco y Xavi Rubion con la III Vip Xtrem y varios socios más han participado en la tradicional Marcha Cicloturista de Mequinenza.
Aquí está la crónica que nos ha mandado Marcos de la Marcha de la Val D'Aran.
El pasado sábado 7-07-12, dos ciclistas fragatinos (Josema
Escandil y yo) participamos en la marcha de la UCI World Cycing Tour (UWCT) de
la Val D'Aran. Este nombre rimbombante
se debe a que si participas en una de las marchas de la UWCT y quedas entre los
25% mejores de tu rango de edad, te da derecho a participar en la final del
Campeonato del Mundo de aficionados. Estas marchas se organizan en 14 ciudades
del mundo (Rio de Janeiro, Copenhagen, Etc) y la de España se organizaba en
Viella.
Como os podéis imaginar el grado de dificultad de estas
marchas es extremo. Solo hay que mirar el perfil de los puertos para darse una
idea de la dureza de los mismos (pinchar aquí)
El día amaneció un poco ventoso y nublado, pero la
predicción era de sol y calor, así que unos manguitos y un chaleco paravientos
de poner y quitar, era lo ideal .
Josema se atrevió con un 34-28 y yo opté por un más
conservador 34-32 (piñón y plato casi del mismo tamaño). Recogimos dorsal y
chip en la plaza del Ayuntamiento, al pié de una preciosa iglesia románica de
las que tanto abundan en la zona. Por los altavoces anunciaban que habían
venido participantes de Australia, USA, Polonia, Portugal, Etc. Preguntamos
cuantos éramos en total, y para sorpresa nuestra, media hora antes de empezar
la prueba, solo estábamos inscritos 78 ciclistas. Era difícil imaginar que
fuéramos tan pocos, cuando en la Quebranta habían difundido publicidad de esta
marcha, y por Internet también. Se
celebraba por primera vez y no sé si tendrá continuidad.
Tras las advertencias oportunas de puntos peligrosos del
recorrido, a las 8:00 se dió la salida neutralizada hasta la llegada a pié del
primer puerto: el Portillón. Aunque era neutralizado este tramo se hizo a más
de 50 Km/h por picar la carretera ligeramente hacia abajo.
Aviso para navegantes: si no eres un escalador nato y un
sufridor masoca, ni se te ocurra ir a esta marcha. Como yo no soy ni una cosa
ni otra, el año que viene no pienso volver (al menos eso es lo que pienso
ahora). No sé si ya a estas alturas de temporada estaba cansado y saturado de
bici, pero se me hizo muy, muy dura. Y creo que a Josema también.
Dado que para muchos de vosotros la marcha de referencia es
la Quebrantahuesos, creo que la mejor descripción de la Val D'Aran es comparar
sus puertos con los de la Quebranta.
La Val D'Aran solo tiene 145 Km versus los 202 Km de la
Quebranta, pero yo tardé casi lo mismo en hacer una que otra, siete horas y
media y ocho horas respectivamente.
El primer puerto a subir fue el Portillón por la cara
española, que podría compararse en grado de dificultad con el Somport. Tienen
aproximadamente la misma longitud (10 Km) aunque las rampas del primero son más
duras (hasta de un 11%). Cómo todavía se está fresco se sube relativamente
bien. Hicimos grupo con un americano que media 2.10 metros y dos leridanos.
El segundo puerto, ya en Francia, fue el Port de Bales,
catalogado como HC, es decir, "fuera de categoria". Este puerto lo
subirán en el Tour el día 19 y será la última etapa de montaña, por lo que
puede ser decisivo. Por longitud es
equiparable al Portalet, pero las rampas son mucho más duras, sobre todo los
últimos 10 Km donde siempre se está entre el 6% y el 11%. Había tramos de
gravilla porque lo estaban acondicionando para el Tour, pero todavía no habían
tirado el alquitrán. Larguísimo y durísimo. Yo diría que en dureza equivalente
a dos Marie Blanc.
El tercer puerto volvía a ser el Portillón pero por la cara
francesa, mucho más dura que la cara española. Más de 10 Km , con una pendiente
media superior al 6% y con rampas de hasta el 15%. Muchísimo más duro que el
Marie Blanc.
El cuarto puerto era una sorpresa porque no se había
incluido nunca en ninguna etapa del Tour, supongo que por las condiciones del
firme: el puerto de Arrés. Carretera estrecha, tramos de adoquines y los
últimos 3 Km con gravilla y sin asfaltar. Si lo comparamos con el alto de Hoz,
es igual de duro pero tres veces más largo. Desnivel medio de más de un 8% y
rampas continuas de entre el 12 y el 14%. La gravilla te impide ponerte de pié
porque patina la rueda de atrás y no puedes estirar la espalda ni beber del bidón, porque no se
pueden soltar las manos del manillar. Milagrosamente no pinchamos ni Josema ni
yo, que decidimos ir juntos por camaradería y porque ambos llevábamos tubular
que podíamos intercambiar si hacía falta.
Los cuatro puertos se encadenan uno detrás de otro, por lo
que en todo el recorrido no haces más que subir y bajar. Las bajadas son
peligrosas por los fuertes desniveles y las curvas de herradura. Los pocos
tramos llanos se agradecían para poder comer, beber y estirar.
El paisaje igual o más bonito que el de la Quebranta. Todo
verde, cascadas de agua a los lados de la carretera, pueblos preciosos, rebaños
de corderos, carneros, vacas y caballos. Y algún burro como yo, que no debía
haber ido a este suplicio.
A destacar: el calor
subiendo los puertos y el frio bajándolos, el mal estado del firme en algunos
tramos (nuestras ruedas de carbono, perfil alto y tubular no se merecían este
trato), los rebaños de carneros en algunas bajadas (nunca podías prever hacia
donde se moverían o si te embestirían con la cornamenta), el dolor lumbar
insoportable (las rampas son tan duras, que además de las piernas necesitas
empujar con los riñones), el oxígeno que te falta a los 1,800 metros, los
abandonos de algunos y el atajo cogido por otros que ya no tenían fuerzas para
subir el último puerto. Y yo tengo que reconocer que cuando acabé de subir por
segunda vez el Portillón, me dije que ya no subiría el de Arrés. Animado por
Josema decidimos terminar con honor, pero sin fuerzas, una marcha de solo 145
Km pero que se nos hizo eterna.
Saludos