Buena pinta tiene esta maratón en BTT, me dije, así que a movilizar a la gente, a ver quien se apuntaba. Al final dos valientes José Solano y Javier Val se apuntaron conmigo a la redolada.
Comenzamos la subida poco a poco 6, 7, 8% no pasa nada las anteriores cuestas eran mucho peores -alguna del 26% subiendo a la pajera- el cielo se abre y el sol achicharra, Javier para cree que le va a dar algo,...paramos?- le pregunto- no, no, ya continuaré...seguimos subiendo pero echandole un vistazo no vaya a ser que vaya en serio, la cuesta acaba un poquito más arriba y allí le esperamos.
Se vuelve a poner el cielo cubierto y Javier se recupera llaneamos por la cima de la sierra es un rompepiernas con continuas subidas y bajadas pero muchas más de las primeras. Continuabamos subiendo por las sierras a la sombra del Monte Oscuro, vaya nombre, cuando por fín, aunque lejos vemos una hermita en la cima de un pico, San Caprasio.
Continuamos subiendo sin prisa por la sombra de las frondosas laderas. Una vez arriba "El avituallamiento" era la hora de comer decian los que allí estaban.
En fín muy amables con nosotros, ya se habia corrido la voz de que unos de Fraga habian comido chorizo en otro avituallamiento, así que esta vez tocaba tortilla de patata y jamón serrano, estaba de muerte. Teniamos hambre...no parabamos de comer barritas y geles todo el camino, pero el cuerpo nos pedia más y aquello era ese más!. Alli comenzaba una larga "bajada???" hasta Alcubierre donde estaba el último avituallamiento. Allí una vez más probamos las viandas locales rellenamos los depósitos de nuestras camelbacks y nos informamos de que sí todavia faltaban 30 km para la meta no 18 como decia el cuentaquilometros. Bueno, ya es todo llano -dijimos- conque al tajo. Salimos pitando de ahí ya que el cielo estaba tomando un negror amenazante y ahora estariamos en pleno monte sin lugar donde cobijarnos durante muchos kilometros. Ya solo quedaba quemar todas las fuerzas que nos habíamos reservado por si acaso. A medida que avanzaban los kilometros, el cielo se revolvia, tronaba a lo lejos y comenzaba a soplar el viento en todas las direcciones.
Pronto comenzó a llover con fuerte viento de cara - lo que nos faltaba - pero daba igual -lavar el maillot antes de llegar a casa, no es nada malo-. Ya teniamos Grañen a la vista al menos en la pantallita del gps. Llovia con ganas pero de momento no pasaba nada, digo de momento, porque cuando teníamos Grañén a un tiro de piedra por la carretera en linea recta, uno de los guias de la organización nos lleva por el camino marcado para la marcha, gracias a diós porque con la que estaba cayendo no se veía ninguna cinta por ningún lado. Este último tramo estaba de barro hasta las cejas. Solano atascó la bici con tanto barro que tuvo que parar a limpiarla ya que no podia continuar. Al final nosotros y las bicis nos pusimos hechos unos marranos con barro hasta en el casco.
Y por fín con esta pinta llegamos los trés a la meta 138km y 7 horas y pico después según el gps, da igual, la hemos hecho y creo que vale la pena hacerla, almenos una vez para contarla. Despues del atracón de barro, duchas con agua calentita, ensaladilla de arróz, cordero estofado, postres, sorteos y una buena charla en familia con los compañeros de pedales y la gente de Grañén que estaba en la organización que para ser la primera vez se pusieron el listón muy alto y cumplieron.
Aqui podeis descargar el track: Rodolada de Grañen
Los que no vinisteis, os lo perdisteis!....
